Herramientas de transformación social o nuevas formas de totalitarismo.
Hace tres años cursando la
asignatura educación Social y TIC tuvimos la oportunidad de aprender infinidad
de cosas acerca de las tecnologías de la
información y la comunicación sin duda, al menos para mí, comenzó un divertido
camino lleno de nuevas oportunidades de aprendizaje. Ya en esa asignatura
conocimos las licencias Creative Commons, lo que más me gusto de esta nueva
forma de licencias creativas era la filosofía que hay detrás, y que además va
muy unido al concepto de web 2.0. Creative Commons es un proyecto internacional
que nació con el propósito de fortalecer a creadores dándoles la oportunidad de
ser ellos mismos los que definieran los términos en que sus obras pueden ser
usadas, que derechos desean entregar y las condiciones de los mismos. Sin duda
impulsar ese espíritu de compartir e intercambiar conocimiento, ayudar a su
difusión pero sin perder de vista los derechos de los creadores. Sin duda un espíritu muy vinculado a la idea
del bien común, e incluso a la del aprendizaje invisible de Cristóbal Cobo y
Jhon Mravec, gracias a que las personas comparten sus creaciones posibilitan
que otras miles puedan disfrutar de dicha creación, una libertad antes
coartada, encerrada en libros, y en escasas manos.
El primer documental que se
emitió en RTVE bajo licencias Creative Commons fue el titulado ¡Copiad malditos
copiad! (emitido el pasado abril) un interesantísimo trabajo que plantea la
batalla entre el copyright (liderada por grandes compañías discográficas,
productoras…) y las licencias libres como Creative Commons, la pretensión de
sus creadores fue poner sobre la mesa los nuevos retos éticos y morales que
plantea la revolución digital (el enlace al documental y que recomiendo
visionar es: http://www.rtve.es/television/documentales/copiad-malditos/) . También existen puntos de debate muy interesantes, los cuáles
también salieron en las reflexiones vertidas por mis compañeros en clase, como
la de Lorenzo Silva que considera que la red
tiene un punto perverso: la postura de los que creen que todo ha de ser
gratis incluso en contra de la voluntad de su dueño legítimo. "Decirle
a alguien que está obligado a compartir lo que ha creado es un pensamiento
totalitario", argumenta el escritor y alerta de que hay que vigilar la
imposición de la colectividad de la propiedad ajena.
Existen
además muchas organizaciones y movimientos sociales que entienden la cultura
libre como una forma de transformación social, como redes de economía solidaria
(http://economiasolidaria.org/noticias/la_cultura_libre_como_forma_de_transformacion_social), aunque es curioso ver como organizaciones dentro de este movimiento no
tienen acceso libre a su contenido como ocurre en el caso de esta página web
(http://www.investic.net/book/export/s5/170).
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